Intolerancias alimentarias: Descubre la verdad detrás de los síntomas y cómo mejorar tu bienestar

Intolerancias alimentarias: Descubre la verdad detrás de los síntomas y cómo mejorar tu bienestar

por Baia Food en Jun 30, 2023

Tabla de contenidos

En este artículo, te contamos todo sobre las intolerancias:

¿Son comunes, o solamente son normales? ¿Son crónicas o pueden mejorarse los síntomas? ¿Qué no debemos hacer en caso de padecerlas, y que sí podemos hacer para mejorarlas?

Seguramente hayas oído hablar alguna vez de las intolerancias alimentarias, o tú mismo las padezcas.

Déjanos contarte un poco más acerca de las más comunes, cuál puede ser su origen y si hay una solución más allá de evitar ciertos alimentos para siempre.


1. DEBEMOS DISTINGUIR MUY BIEN LA DIFERENCIA ENTRE UNA INTOLERANCIA Y UNA ALERGIA.

  • Una alergia alimentaria es mucho más grave, involucra al sistema inmune, que reacciona de forma exagerada al detectar esta sustancia como algo nocivo (alérgeno), cuando en realidad no lo es.

  • Una intolerancia alimentaria es la incapacidad del organismo de digerir correctamente un determinado alimento. Aunque puede dar síntomas muy molestos, las consecuencias son menos graves que las de una alergia.

Pero… ¿Por qué nuestro organismo no es capaz de digerir correctamente un alimento?

En la mayoría de los casos es por la falta de una enzima digestiva

Las enzimas digestivas son una especie de ‘tijeras’ que van deshaciendo el alimento para poder asimilarlo. En su ausencia, el alimento no se digiere ni absorbe de forma correcta, y viaja hasta el intestino grueso, donde fermenta y produce síntomas molestos.

Por desgracia, esto es bastante común, pero no deberíamos normalizarlo. Siempre hay que tratar el origen, no sólo los síntomas.

A largo plazo, esta situación se agrava, dando lugar a nuevas intolerancias y puede terminar en un diagnóstico de trastorno digestivo asociado a disbiosis.

Si padeces alguna intolerancia, lo más probable es que tu microbiota se vea afectada, y este puede ser el origen o uno de los factores principales del problema. Es necesario ‘reparar’ tu intestino y tu microbiota para solucionarlo.


2. ES IMPORTANTE QUE SEPAS QUE LAS INTOLERANCIAS SE PUEDEN MEJORAR. LAS MÁS COMUNES SON LA INTOLERANCIA A LA LACTOSA, FRUCTOSA Y SORBITOL.  

Pese a ser tan comunes, su abordaje y ciertas alternativas no son lo más adecuado para tratarlas.

  • La lactosa, fructosa y el sorbitol son otras intolerancias, que al no absorberse correctamente, viajan al colon y allí fermentan, produciendo gases y síntomas incómodos. Dado que la enzima que digiere la lactosa se produce en el intestino delgado, y la fructosa y sorbitol se absorben ahí, es frecuente que estas intolerancias vengan dadas por problemas localizados en el epitelio intestinal, como revisaremos.

Estas intolerancias además se suelen asociar a un sobrecrecimiento bacteriano , y vamos a explicarte por qué.

Cuando crecen bacterias ‘malas’, pueden causar un exceso de inflamación y daño a la pared del intestino. La parte más superficial de éste (el epitelio) tiene una especie de ‘pelitos’ (imagínate los de un pincel), que no sólo ayudan a la absorción de nutrientes, ¡sino que producen enzimas digestivas! (las tijeras de las que hemos hablado).

Cuando este epitelio se daña (los pelos del pincel se rompen o deterioran), la absorción de nutrientes y su digestión puede verse afectada, dando lugar a intolerancias.

En resumen: lo que no somos capaces de absorber donde se debe, fermenta donde no debe.

Para solucionar este problema, una de las opciones preferidas de los especialistas para hacerlo, es la dieta baja en FODMAPs.

Estas siglas hacen referencia a diferentes alimentos que son fermentables: Oligosacáridos, Disacáridos, Monosacáridos y (And) Polioles. En resumen, se excluyen de la dieta alimentos que pueden atravesar el intestino delgado sin ser absorbidos, y por lo tanto, fermentados en el intestino grueso (colon).


3. ENTONCES... ¿LA DIETA BAJA EN FODMAPS SOLUCIONA LAS INTOLERANCIAS?

Pues no exactamente, y te lo explicamos a continuación.

La dieta baja en FODMAP restringe los alimentos que pueden ser fermentados, y por lo tanto los síntomas pueden mejorar mucho (y muy rápido) porque eliminamos la materia prima que forma gases en nuestro colon.

Sin embargo, esta estrategia tiene sus riesgos, especialmente si no se hace de la mano de un especialista actualizado. Retirar alimentos en base a un listado, aunque nos sienten bien, va a empobrecer (¡y mucho!) la diversidad de nuestra microbiota. Y esto puede hacer más grave el problema.

Vamos a poner un ejemplo para entenderlo:

Yo tengo un acuario, en el que tengo peces de dos tipos: unos son preciosos de colores, y otros muy feos y agresivos.

Cuando existe disbiosis, estos peces ‘malos’ crecen demasiado, y se comen a los peces preciosos de colores.

Entonces, decido no darle de comer más a esos peces durante un par de meses. A ninguno de ellos. ¿Qué pasará durante esas semanas?

Pues que muchos, no sobrevivirán. Pero no solo los peces que no me gustan, también pasará lo mismo con los que sí eran preciosos y de colores.

Lo mismo puede ocurrir en tu intestino.

Algunas especies son claves a la hora de digerir nutrientes, por lo que tal vez cuando quieras volver a comer ciertos alimentos, te sentarán peor.

La dieta FODMAP tiene que ser revisada y seguida por un especialista, tiene fases muy marcadas que deben respetarse de forma estricta.


4. TENEMOS BUENAS NOTICIAS: HAY FORMAS DE DARLE DE COMER A ESOS PECES PRECIOSOS, Y HACER PASAR HAMBRE A LOS PECES FEOS.

Esto puede ayudar a solucionar una disbiosis, y reparar tu intestino.

Esto se puede conseguir modificando la alimentación de forma progresiva.

Para resumir y poner un ejemplo, se sabe que los alimentos con fibra modifican la microbiota hacia un perfil asociado a la salud. Es como si diésemos de comer a los ‘peces preciosos y buenos’.

Hacer cambios profundos en la alimentación, e ir tolerando poco a poco diferentes alimentos ricos en fibra puede ayudarte a hacer un cambio en el perfil de tu microbiota, y mejorar los síntomas.


5. MICROBIOTIC CREAMER

  • Este producto contiene inulina, un tipo de fibra soluble muy especial que ha demostrado mejorar la peristalsis y el estreñimiento.
  • La fibra soluble unida a la melena de león, ayudará con la inflamación
  • La evidencia sugiere incorporarla en cantidades controladas. Por ello en nuestro producto Microbiotic Creamer incorporamos un cazo, para controlar la cantidad.
  • Si tienes intolerancia a la fructosa, ¿puedes tomar Microbiotic Creamer? 

Para determinar si puedes consumir el Microbiotic Creamer, es importante que primero obtengas un diagnóstico clínico. Si realmente sufres de intolerancia a la fructosa, es posible que el Microbiotic Creamer no sea adecuado para ti, ya que contiene fibra de inulina que se hidroliza en nuestro cuerpo en oligofructosa, lo cual podrías no tolerar correctamente (al igual que muchas otras fibras alimentarias). Los probióticos pueden resultar muy útiles para mejorar los síntomas.

Asimismo, una dieta baja en FODMAPs puede ayudarte, pero es fundamental que sea supervisada por un profesional de la salud. Estas dietas deben seguirse durante un período determinado, después del cual deberías intentar volver a una dieta equilibrada, donde la fibra prebiótica juega un papel clave. Si estás siguiendo una dieta baja en FODMAPs, te recomendamos que consultes con tu dietista o nutricionista antes de comenzar a tomar el Microbiotic Creamer.

Por último, si tienes síntomas muy molestos, ve incorporando el Microbiotic Creamer poco a poco, asegurándote aumentar un poco más el consumo de agua. Empieza con un cazo (o medio), y puedes separar las tomas.

Cuando lo toleres bien, recuerda que el tiempo de tratamiento es de un cacito al día durante 2-3 meses. Puedes leer más sobre su evidencia científica aquí.

Si quieres saber más acerca de una alimentación saludable para tu microbiota, ¡háznoslo saber!