5 falsos mitos sobre la ansiedad

5 falsos mitos sobre la ansiedad

por Baia Food en Apr 19, 2024

Tabla de contenidos

La ansiedad es una respuesta natural y normal del cuerpo ante situaciones de estrés, peligro o incertidumbre. Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve excesiva, persistente y desproporcionada en relación con la situación, puede interferir con la vida diaria. 

* Es importante tratar la ansiedad crónica con un especialista que pueda hacer un seguimiento. Este blog intenta ayudar a mejorar las decisiones, pero no es una solución al problema. *

 

Mito 1: La ansiedad es mala

Esto es un mito muy extendido. La ansiedad al igual que el resto de emociones, es una respuesta natural del cuerpo. No es buena ni mala, tiene una función evolutiva. La ansiedad, es un mecanismo que hace que nuestro cuerpo se ponga alerta ante una posible amenaza. Por ejemplo, si te encontrabas con una tribu desconocida, activaba tus  mecanismos fisiológicos para darte una ventaja a la hora de huir o enfrentarte al enemigo.

Lo que ocurre es que el mundo actual no se parece en nada al mundo en el que evolucionamos. Hoy en día, percibimos como amenazas situaciones en las que nuestra vida no corre peligro.

Por ejemplo, llegar tarde a trabajar puede ponernos en alerta. Esto es normal, siempre y cuando no provoque una preocupación excesiva dando lugar a pensamientos como "me van a despedir y no voy a encontrar otro trabajo". La reacción de nuestro cuerpo es desproporcionada a lo que realmente está pasando.  No es agradable enfrentarte a tu jefe si llegas tarde, pero no es una situación de vida o muerte. Sin embargo, has activado todos los mecanismos fisiológicos como si lo fuera. Lo que nos lleva al mito número 2. 


Mito 2: no podemos modificar su intensidad o expresión

A pesar de que se active de forma involuntaria, podemos aplicar ciertas herramientas y estrategias que nos ayuden a gestionar su intensidad o cuando aparece.

Lo primero es aceptar que está ahíagradecerle que "haya venido" a avisarnos del posible peligro y no catalogarla como "mala".

Lo segundo, es cambiar nuestro patrón de pensamiento. Sí, los pensamientos son muy poderosos y si pensamos constantemente cosas como "hoy no me va a dar tiempo"o "nunca lo hago bien", vas a activar esos mecanismos.

No podemos controlar cada pensamiento, pero podemos intentar reconducirlos cuando nos demos cuenta, pensando "estoy haciéndolo lo mejor que se, está siendo una oportunidad para aprender".

Por último, está demostrado que "forzar" un cambio en nuestra postura corporal afecta a cómo nos sentimos. Si te sientes desconfiado o preocupado en exceso, adopta posturas de expansión, con los brazos y hombros abiertos y sonríe. Tu cuerpo asocia esas posturas a momentos positivos de relajación y confianza. 

Mito 3: Los malos hábitos, el tabaco y el alcohol no influyen en la ansiedad

Hoy en día todos conocemos los efectos nocivos del alcohol y el tabaco, pero muchas veces recurrimos a ellos cuando nos encontramos en un bucle de estrés y de pensamientos negativos.

Aunque es cierto que en el corto plazo nos dan una sensación de placer o sedación, cuando sus efectos se terminan, la incomodidad vuelve y probablemente de una forma más fuerte generando más ansiedad a largo plazo. De hecho, dejar de fumar alivia el estrés y reduce los síntomas de depresión (1). Además también dañan nuestro cuerpo.

El primer paso es tomar conciencia de que estas sustancias solo nos aportan un placer inmediato y buscar una estrategia que tenga un impacto real en nuestro bienestar. Respira, se consciente de lo que sientes, acéptalo, intenta comprender qué te quiere decir ese miedo, esa preocupación. Intenta generar pensamientos positivos o que relativicen tu ansiedad. 

Mito 4: La ansiedad es únicamente un problema mental

¿Sabías que una mala alimentación, la falta de sueño o falta de movimiento pueden contribuir a tu ansiedad? Somos un todo: cómo se encuentra tu cuerpo afecta a tu mente y como se encuentra tu mente afecta a tu cuerpo.

Puede ser que ciertos hábitos estén contribuyendo de forma negativa a tu ansiedad, y ni siquiera eres consciente de ello. No es necesario tomar medidas drásticas, sino ir poco a poco. La cantidad de información acerca de la salud puede llevarnos a preocuparnos en exceso y acabar por no hacer nada. 

Por eso, céntrate en el 20% de acciones que te dan el 80% de los resultados, en lo realmente importante: reduce los procesados y los tóxicos y ve incorporando progresivamente alimentos frescos y naturales.

Asegúrate de que dedicas suficiente tiempo a dormir para que tu cuerpo descanse y se repare. Muévete, de la forma que más te guste. Puedes salir a caminar con un podcast, hacer a algún deporte con amigos, saltar a la comba, montar en bici... (2). 

¡En realidad cualquier pequeño hábito saludable que incorpores tendrá un efecto muy positivo! 

Mito 5: La suplementación natural no ayuda para la ansiedad

Si la ansiedad forma parte de tu día a día, lo primero es incorporar hábitos que te ayuden a gestionarla (como hemos ido comentando a lo largo del blog) y utilizar ciertas herramientas. La suplementación es una de esas herramientas que puede darte un último empujón.

Existen suplementos naturales, cómo la ashwagandha y otros adaptógenos, que pueden ayudar a manejar los síntomas de la ansiedad y el estrés. 

Los adaptógenos son una conjunto de plantas, hierbas y hongos que crecen en ambientes hostiles aguantando grandes adversidades. Gracias a esto, desarrollan unos compuestos químicos, que pueden ser de gran ayuda cuando los consumimos. Mejoran la tolerancia a cualquier tipo de estresor (físico, químico o biológico) y promueven un estado de equilibrio (si el cuerpo está muy activado lo calma y si está muy calmado lo estimula). 

La palabra "adaptógeno" se refiere a su capacidad para ayudar al cuerpo a adaptarse. Además, son seguros para el cuerpo. No produce efectos negativos ni dañinos yno tienen efectos secundarios. 

 

En resumen, cada persona es un mundo. Hay situaciones como coger un avión que puede generar ansiedad a muchas personas mientras que no a otras. Por eso es importante no compararse y entender que cada cuerpo percibe distintas amenazas. La ayuda profesional siempre es de gran ayuda para lograr entender esta gran emoción y enseñarnos herramientas para poder gestionarla.

 

 

1. https://www.guadalsalus.com/blog/relacion-entre-alcohol-y-ansiedad 

2. https://www.mayoclinic.org/es/healthy-lifestyle/stress-management/in-depth/exercise-and-stress/art-20044469#:~:text=El%20ejercicio%20regular%20puede%20aumentar,la%20depresi%C3%B3n%20y%20la%20ansiedad