El colágeno se puede obtener exclusivamente de fuentes animales.
Huesos, cabeza, cartílagos, generalmente de vacas y de cerdos. Si todo esto apareciera en el etiquetado de los suplementos que se venden, las personas se lo pensarían dos veces antes de comprarlo.
Espera, no te adelantes quizás estés pensando que existe el colágeno marino, que suena muy bien (enhorabuena al equipo de marketing de esas empresas) pero la realidad es muy diferente.
Se obtiene de las aletas y las espinas del pescado, muchas veces mediante prácticas no muy éticas ni respetuosas hacia los animales.
¿Pero y si hubiera una forma de obtener colágeno de una manera más sostenible?
La hay, y se puede obetener de una fuente que de otro modo simplemente sería un desecho alimenticio.
Te hablo del colágeno procedente de la membrana de la cáscara de huevo.
¿Alguna vez te has dado cuenta al hacer un huevo duro que al quitar la cáscara está íntimamente pegada a una membrana que parece piel? Esta membarana es especialmente rica en colágeno, ácido hialurónico y elastina.