¿Cuáles son los problemas digestivos más comunes?

¿Cuáles son los problemas digestivos más comunes?

Nutricionista Elena Garrido
Nutricionista Elena Garrido Su filosofía es: Enseñar al cuerpo a FUNCIONAR CORRECTAMENTE, de forma natural y siempre sana. Mar 12, 2025

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¿Problemas digestivos? Descifra lo que tu cuerpo quiere decirte.

Si notas que te hinchas con facilidad, que ciertas comidas te sientan como una losa o que tu tránsito intestinal se ha vuelto impredecible, presta atención: tu digestión te está enviando un mensaje. No es casualidad.

El aparato digestivo no trabaja solo, está en constante comunicación con el resto del cuerpo: microbiota, inflamación, metabolismo, sistema nervioso... Todo está interconectado. Cuando algo no está en equilibrio, el intestino se encarga de avisarte.

Y como todo está conectado, los síntomas digestivos no aparecen porque sí. En lugar de resignarte a vivir con molestias, vamos a entenderlas y a descubrir qué pueden estar diciéndote sobre tu salud.

1. Hinchazón y distensión abdominal: la señal de alerta de tu intestino.

Si tu vientre parece hincharse como un globo después de comer, sientes presión abdominal al acabar el día, o si ciertos alimentos te generan gases cuando antes los tolerabas sin problema, es posible que algo esté afectando tu equilibrio digestivo.

¿Por qué ocurre?

  • Fermentación excesiva: una microbiota desequilibrada puede hacer que ciertos alimentos fementen en exceso, generando gases y distensión.

  • Tránsito intestinal alterado: si los alimentos se mueven demasiado lento, se acumulan gases. Si lo hacen demasiado rápido, la digestión se vuelve ineficiente.

  • Estrés y nervios: el intestino y el cerebro están profundamente conectados. Un sistema nervioso sobrecargado puede provocar que el intestino reaccione, generando hinchazón como respuesta.

Lo importante: no es normal estar hinchada cada día. No se trata solo de “cómo comes”, sino de “cómo está funcionando tu digestión”.

¿Sabías que...? Nuestro intestino produce entre 0,5 y 1,5 litros de gases al día de manera natural. La clave no es evitar los gases, sino regular su producción y eliminación para que no generen molestias.

2. Digestión lenta y pesadez: cuando la comida parece quedarse atascada.

Si después de comer sientes que la comida “pesa” en el estómago, notas reflujo, ardor o incluso te invade un cansancio repentino, es hora de revisar qué está pasando con tu digestión. No es normal y tu sistema digestivo puede necesitar un empujón.

¿Qué puede estar fallando?

  • Baja producción de ácido clorhídrico: sin suficiente acidez, el estómago no puede descomponer bien los alimentos, enlenteciendo la digestión.

  • Dificultades en la producción de bilis: si el hígado y la vesícula no la liberan correctamente, las grasas se digieren con dificultad y la digestión se vuelve más pesada.

  • Estrés crónico: el cuerpo prioriza la supervivencia antes que la digestión. Si vives en estado de alerta constante, tu sistema digestivo “se apaga”, la digestión se ralentiza y la comida se queda ahí más tiempo del que debería.

Lo importante: tu estómago no es “débil”. Si la digestión es lenta, hay algo que la está bloqueando. Hay que averiguar qué.

¿Sabías que...? Un estómago sano puede digerir una comida en unas 4 horas, pero si la producción de ácido clorhídrico es baja, este tiempo puede duplicarse, provocando fermentación y malestar.

3. Estreñimiento o diarrea: cuando el tránsito intestinal se descontrola.

Ni ir al baño cada tres días ni hacerlo varias veces al día con urgencia es normal. Un tránsito intestinal alterado es una señal de que algo no está funcionando bien en tu digestión ni en el movimiento del intestino.

Si hay estreñimiento:

  • Motilidad intestinal ralentizada: la comida tarda demasiado en avanzar.

  • Déficit de fibra, magnesio o hidratación: estos factores afectan la movilidad intestinal.

  • Estrés y sistema nervioso hiperactivado: la activación del sistema simpático (el de "alerta") puede frenar el tránsito intestinal.

  • Microbiota alterada: una baja producción de ácidos grasos de cadena corta (SCFA) puede reducir la motilidad intestinal.

Si hay diarrea:

  • Reacción de defensa intestinal: puede estar tratando de eliminar algo con rapidez.

  • Exceso de ácidos biliares o microbiota desequilibrada: factores que aceleran el tránsito.

  • Desequilibrio bacteriano: algunas bacterias pueden alterar la secreción de agua y electrolitos, generando un tránsito demasiado rápido, generando diarrea.

Lo importante: el intestino no solo responde a lo que comes, sino al estado general de tu cuerpo. Si hay problemas, hay que buscar su origen.

¿Sabías que...?  Los movimientos intestinales son controlados por el “sistema nervioso entérico”, conocido como el “segundo cerebro”. Este sistema funciona de manera autónoma y tiene más neuronas que la médula espinal.

4. Malestar tras ciertos alimentos: más allá de las intolerancias.

Si de repente ciertos alimentos te sientan mal cuando antes los tolerabas, puede que tu intestino esté temporalmente en un estado más reactivo.

¿Qué puede estar ocurriendo?

  • Respuesta inmunitaria exagerada: una barrera intestinal alterada puede hacer que ciertos compuestos activen defensas innecesarias.

  • Déficit enzimático: algunas personas producen menos enzimas para descomponer ciertos alimentos, generando digestiones pesadas.

  • Microbiota en desequilibrio: si los microorganismos intestinales (bacterias, arqueas, protozoos…) no están bien regulados, algunos alimentos pueden fermentar más de la cuenta y causar malestar.

Lo importante: No se trata de eliminar alimentos sin más, sino de recuperar la función digestiva y modular la respuesta intestinal.

¿Sabías que...? Existen más de 500 especies bacterianas en el intestino humano, y su equilibrio influye en nuestra respuesta a los alimentos. Algunas incluso pueden “educar” a nuestro sistema inmunitario para evitar respuestas inflamatorias.

Microbiota e inflamación: la raíz oculta de los síntomas digestivos.

El intestino es mucho más que un órgano digestivo: es un eje central de comunicación constante con los sistemas inmunitario y nervioso, y el metabolismo.

¿Cómo influye la microbiota en la digestión?

  • Produce compuestos que protegen la barrera intestinal.

  • Modula la producción de ácidos grasos esenciales para la salud digestiva.

  • Interactúa con el sistema nervioso y la inflamación.

¿Cómo influye la microbiota en la inflamación?

  • Algunas bacterias pueden activar respuestas inflamatorias.

  • Dependiendo de su composición, la microbiota puede ayudar a regular o descontrolar la inflamación.

Si la microbiota no está equilibrada, la digestión tampoco lo estará.

¿Sabías que...? El 70% de las células inmunitarias del cuerpo se encuentran en el intestino. Esto explica por qué la microbiota juega un papel clave en la regulación de la inflamación.

Conclusión: escucha lo que tu digestión intenta decirte.

Tu aparato digestivo no trabaja en solitario. Si tu cuerpo presenta síntomas, no es por casualidad: es su forma de alertarte. Te habla porque algo necesita ajuste.

  • La digestión depende de mucho más que solo los alimentos: influyen el sistema nervioso, la microbiota, la motilidad y la inflamación.

  • El intestino está en comunicación constante con el resto del cuerpo. Un problema digestivo puede tener repercusiones más amplias; lo que ocurre en el intestino afecta al resto del cuerpo, y viceversa.

  • No se trata de tapar síntomas, sino de resolver el problema de raíz.

Lo importante: si tu digestión no es la de antes, es momento de escuchar a tu cuerpo y hacer cambios para recuperarla.

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Elena Garrido

Nutricionista integral

@elenagarridonutricion

https://elenagarridonutricion.com/