Sí, todos los materiales que utilizamos son seguros y libres de tóxicos.
PROPILENO
El propileno se utiliza comunmente en la fabricación de envases para alimentos y es un material seguro para su uso en contacto con alimentos. Es un tipo de plástico que no contiene BPA ni ftalatos (compuestos químicos que se pueden encontrar en los plásticos de los envases de alimentos y sí son dañinos para la salud). El propileno se considera un polímero inerte, es decir, que no reaaciona químicamente con los alimentos y no hay migración del material ni des sustancias químicas al alimento. Además no altera su sabor, aroma ni calidad. Es resistente a la humedad, a la corrosión y soporta altas temperaturas.
Es un material reciclable y puede ser utilizado en la fabricación de envases y productos reciclados, lo que lo hace una opción más amigable con la naturaleza en comparación con otros materiales.
SILICONA
La silicona es un material seguro para su uso en envases alimentarios, ya que no contiene productos químicos dañinos que puedan migrar hacia los alimentos y no reacciona químicamente con los alimentos. La silicona es un polímero sintético de silicona y oxígeno, que se utiliza comúnmente en la fabricación de productos alimentarios, como utensilios de cocina, moldes para hornear y envases alimentarios. Es un material no reactivo y no tóxico, que no libera sustancias químicas dañinas en los alimentos y es resistente a la humedad y al calor, lo que lo hace adecuado para su uso en envases de alimentos. Además, la silicona es resistente a la contaminación bacteriana y fácil de limpiar, lo que la hace ideal para su uso en envases de alimentos que requieren una higiene adecuada.
ACERO INOXIDABLE
El acero inoxidable es un material seguro para su uso en envases alimentarios, ya que es resistente a la corrosión, no reacciona químicamente con los alimentos y no libera sustancias químicas dañinas en los alimentos. Es un material no reactivo y no tóxico, que no altera el sabor ni el aroma de los alimentos y es resistente a la humedad, al calor y al frío, lo que lo hace adecuado para su uso en envases de alimentos. Además, el acero inoxidable es fácil de limpiar y es resistente a la contaminación bacteriana.