Tienes que conseguir que tu cuerpo sea flexible metabólicamente y que se acostumbre a obtener la energía tanto de los carbohidratos como de las reservas de grasa.
Si no tomas carbohidratos , tu cuerpo produce la glucosa en el hígado sin problemas si eres una persona sana. Ojo no estamos diciendo que los carbohidratos sean malos o que los dejes de consumir, solo estamos aclarando que tu cuerpo es capaz de mantener el nivel de glucosa que necesitas en sangre, aunque no cosumas carbohidratos.
Durante años se nos ha vendido una pirámide nutricional en la que la bsa está llena de carbohidratos indicándonos que deben ser nuestra principal fuente de alimentos.
Y no es verdad. Si eres una persona que no practicas deporte y no te mueves mucho, probablemente te vaya mucho mejor tomando muy pocos carbohidratos.
Cuando comemos el hígado almacena glucosa en forma de glucógeno para cuando lo necesitemos.
El hígado puede convertir glucógeno en glucosa a través de un proceso llamado glucogenólisis. Y también puede fabricar la glucosa si no hemos ingerido carbohidratos al recolectar aminoácidos a través de un proceso llamado gluconeogénesis.
El hígado también puede fabricar cetonas, otro combustible para el cuerpo, cuando tenemos poca glucosa. Nuestro cuerpo se encarga de guardar el azúcar que tiene para aquellos organos que lo necesitan y el hígado fabrica cetonas para suplementar las reservas limitadas de azúcar.
Las cetonas son utilizadas como energía por los músculos y otros órganos corporales.
El hígado se encarga de fabricar este combustible alternativo que proviene de las grasas mediante un proceso llamado cetogénesis. Este proceso comienza cuando las hormonas indican que hay un nivel bajo de insulina en el cuerpo y es fundamental para mantener unos mínimos niveles de glucosa en periodos de ayuno.