Hoy en día, sabemos que cada vez más personas acostumbran a reciclar en casa y a seguir buenos hábitos de cuidado del planeta pero, ¿es suficiente con reciclar? Ahí va un spoiler: No. No sólo vale con reciclar sino que debemos hacer un uso consciente y responsable de la basura que generamos. ¿Sabías que se producen al día alrededor de 1,2 kg de basura por persona?. Si quieres empezar a cambiar esto...¡aquí te decimos cómo!
Tabla de contenidos
¿Qué es el Movimiento Zero Waste?
Puede que este nombre no te suene de nada, por eso, empecemos por el principio:
El Zero Waste está definido por la Alianza Internacional Zero Waste (ZWIA) como un movimiento que intenta alcanzar “la conservación de todos los recursos mediante la producción, el consumo, la reutilización y la recuperación responsable de todos los productos, embalajes y materiales, sin quemarlos y sin vertirlos al suelo, al agua o al aire para que no amenacen el medio o la salud humana”.
En resumen, consiste en hacer un uso responsable de los recursos que utilizamos en nuestro día a día para que causen el menor impacto posible en el medio ambiente.
Más claro ahora, ¿verdad?.
¿En qué consiste exactamente?
Este movimiento está basado en lo que se conoce como las 5 R de la sostenibilidad, ¿las repasamos?.
1.Rechazar (Refuse): Debemos evitar aquellos materiales que sean de uso único.
2. Reducir (Reduce): Minimizar aquello que no se necesita, así conseguiremos reducir nuestro impacto en el medio ambiente, haciendo un uso responsable.
3. Reutilizar (Reuse): Tratando de evitar al máximo los términos ''usar y tirar''. Antes de lanzar ese objeto directamente a la basura le daremos una segunda vida.
4. Reciclar (Recycle): Es probable que nos encontremos objetos de un solo uso, por lo que en este caso, lo mejor es reciclarlos. Así cumpliremos también con la segunda R de la sostenibilidad, minimizando el impacto medioambiental.
5. Compostar o Descomponer (Rot): Es el reciclaje de los productos orgánicos, existen lugares que permiten su biodegradación sirviendo, por último, como abono para la madre tierra.
Debemos hacer especial hincapié en la reducción de los plásticos sobre otros materiales por su fuerte impacto y la dificultad de este material para descomponerse.
¿Sabías que una bolsa de plástico puede tardar más de 150 años en descomponerse?
Por increíble que parezca no es una exageración sino un dato real.
Beneficios del Zero Waste
Seguro que con saber que ayudas al medio ambiente con esta práctica ya es motivo suficiente para que te plantees entrar en este movimiento, pero ¿sabías que hay muchos más beneficios asociados a esta práctica?¡Te contamos algunos!
1.Prevenir el desperdicio alimentario: priorizando usar aquellos alimentos que ya tenemos en casa antes que comprar nuevos. Una buena opción para aplicarlo son las recetas de aprovechamiento.
2. Consumir responsable y sosteniblemente: a través de un consumo sostenible usaremos únicamente aquello que necesitemos, evitaremos embalajes innecesarios y nos plantearemos si algo es imprescindible antes de comprarlo. Consiguiendo, por ende, un uso más consciente de las cosas.
3. Mejorar nuestra alimentación: este movimiento promueve el consumo de alimentos a granel o con el mínimo envase posible por lo que nos aleja bastante (sin buscarlo) de los productos ultraprocesados.
4. Acostumbrarnos a necesitar menos: la realidad es que mediante este movimiento se trata de comprar sólo aquello que es necesario. Esto nos ayudará a darnos cuenta de que hay muchas cosas que compramos por inercia. Así aprenderemos a elegir entre lo que es y no esencial. A medida que nos vayamos habituando a esta forma de vivir tenderemos a necesitar menos cosas cada vez.
5. Ahorrar dinero: Todo está enlazado en el zero waste, y aunque puede parecer que las costumbres sostenibles tienden a ser más caras, nada más lejos de la realidad. Cuando disminuimos las necesidades materiales realizamos menos compras por lo que ahorramos en aquellos productos que no necesitamos. Por otro lado, aprovechamos mucho más lo que ya tenemos, algo que notará nuestro bolsillo. Además, promueve la compra de segunda mano caracterizada por ser productos de buena calidad a precios más asequibles.
¿No suena apetecible? Con esta práctica se cuida del medio ambiente, de la salud y de nuestro bolsillo a la vez.
¿Cómo podemos iniciarnos en este movimiento?
Ahora que sabemos más sobre el zero waste y los beneficios que puede traerle a una persona falta lo más importante... ¿Por dónde empezamos a ponerlo en marcha? Aquí tienes algunos consejos para incorporarlo en tu rutina:
- Cambia el agua embotellada por agua del grifo, si prefieres el agua filtrada existen filtros de carbón activado para instalar en casa.
- Cambia el gel y el champú de bote por pastillas o jabón a granel.
- Usa siempre que puedas tu propia botella para beber agua o infusiones fuera de casa.
- Para lavar la vajilla usa jabón natural y estropajo hecho de materiales reciclados.
- Usa ropa de segunda mano: puedes proponer el intercambio de ropa con familiares o amigo que usen la misma talla.
- ¡No tires la comida sobrante!. Compártela con amigos y vecinos a los que les guste como cocinas
- Congela la comida para alargar su caducidad, así ganarás tiempo para consumirlo.
- Trata de digitalizar documentos como tickets o facturas para evitar el desperdicio de papel.
Ya tenemos toda la información para saber cómo empezar a actuar de forma sostenible con el medio ambiente, haciendo un uso responsable de los recursos y además también ayudará a tu bolsillo por lo que...
¿A qué esperas para empezar a aplicarlo?
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